Ricardo Rozzi

Nació en Santiago, Chile, en 1960.

Desde los 4 años de edad estudió en el Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de Chile con la profesora Enriqueta Brunetto, y entre 1984 y 1994 estudió composición musical con el compositor Andrés Alcalde.

En 1979 ingresó a la carrera de Medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC). Motivado por un concepto de salud que involucra el medio ambiente natural y cultural en 1983 se cambió a las carreras de Biología y Filosofía en esta misma universidad. , En 1985 se graduó de Licenciado en Biología bajo la mentoría de Patricio Sánchez, Eduardo Fuentes-Quezada y Fabián Jaksic. En 1986 completó el Bachillerato en Filosofía en la UC, profundizando en los seminarios de estética y ética de Pablo Oyarzún y Juan de Dios Vial Larraín. Su interés en la integración de la ciencia empírica y teórica lo motivó a tomar cursos de epistemología experimental y evolución en el laboratorio de Humberto Maturana en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile en 1984. En el transcurso de estas investigaciones iniciales en esta facultad conoció a la botánica Mary Kalin Arroyo, con quien comenzó un Magister en Ciencias, Mención Botánica en 1985. En 1990 completó este magister bajo la codirección de Mary y Juan Armesto.

Desde 1990 se ha mantenido como Investigador Asociado en el Laboratorio de Sistemática y Ecología Vegetal de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Sin embargo, dando curso a la integración entre humanidades, ciencias y artes para promover la conservación de la diversidad biológica y cultural, entre 1990 y 1993 se dedicó por completo a la composición de música contemporánea, formando el grupo LIRA. Este acrónimo está formado por las iniciales de los nombres del pianista Luis Alberto Latorre, del violinista Isidro Rodríguez, el mismo Ricardo y el compositor Andrés Alcalde. LIRA fue un taller de composición experimental que se desarrolló en Santiago y Valparaíso.

Asumiendo su compromiso con la conservación biocultural desde la academia, con el apoyo de una Beca Fulbright, en 1996 inició un Magíster en Filosofía, al mismo tiempo que un Doctorado en Ecología en la University of Connecticut, Estados Unidos. Viajó junto con Francisca Massardo, compañera de vida y colega, forjando colaborativamente un trabajo transdisciplinario e internacional en conservación biocultural. El programa de Magíster incluyó una pasantía en el Center for Environmental Philosophy en la University of North Texas, donde colaboró estrechamente con los filósofos ambientales Eugene C. Hargrove y J. Baird Callicott durante el año 1997. En 1998 defendió su tesis sobre las relaciones recíprocas entre las ciencias ecológicas-evolutivas y la ética ambiental, que tiene como uno de sus ejemplos centrales a las relaciones históricas entre el filósofo David Hume y el naturalista Charles Darwin.

En el año 2002, defendió su tesis de doctorado dirigida por John Silander, Robin Chazdon, Robert Colwell, Gregory Anderson y Steward Pickett. Esta tesis sobre conservación biocultural incluyó la obra colaborativa Veinte poemas alados con el poeta mapuche Lorenzo Aillapan y el compositor Andrés Alcalde. Entre 2002 y 2003 realizó estudios postdoctorales en conservación biocultural también en la University of Connecticut, desde donde estableció una colaboración a largo plazo con instituciones chilenas.

Desde el año 1999, enfocó su trabajo en conservación de la diversidad biológica y cultural de los bosques templados del sur de Sudamérica, investigando sobre el conocimiento ecológico mapuche y yagán. Para ello, ha cultivado una colaboración con los poetas mapuche Aillapan y Leonel Lienlaf, y las artesanas yaganes Úrsula y Cristina Calderón y sus familiares. Para ello, se radicó en la Región de Magallanes. donde el año 2000 lideró la creación del Parque Etnobotánico Omora. Este parque se creó en una concesión de Bienes Nacionales otorgada a la Universidad de Magallanes, en conjunto con la Fundación Omora. El año 2002 ingresó como académico en la University of North Texas en el Departamento de Filosofía y su Centro de Filosofía Ambiental, al mismo tiempo que asumió una jornada parcial en la Universidad de Magallanes, desarrollando trabajo de campo y con estudiantes en el área de Cabo de Hornos.

Desde la academia, su labor se ha enfocado en explorar y fortalecer los vínculos entre el bienestar humano y la conservación de la diversidad biológica y cultural, con un impacto significativo en el desarrollo regional sostenible de la icónica y estratégica Región de Magallanes y Antártica Chilena, como también en Latinoamérica y el mundo. Entre sus logros de más alto impacto en el desarrollo regional y nacional se encuentran la creación de la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos y del Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake, como también el extraordinario Centro Subantártico Cabo de Hornos emplazado en la capital de la Provincia Antártica Chilena, Puerto Williams. Estos proyectos han contribuido de manera innovadora y decisiva a la descentralización en Chile y a la proyección internacional de nuestro país. Para el logro de estos objetivos, Rozzi ha combinado trabajo científico aplicado y teórico, con una aproximación que integra las ciencias naturales y sociales, la educación, las humanidades, las artes, la filosofía de las ciencias y la ética ambiental, en innovadoras propuestas de conservación biocultural, toma de decisiones y políticas medioambientales, nuevas metodologías pedagógicas aplicables desde los niveles preescolar hasta la educación superior, y la composición de nuevos relatos y formas de valorar ecológica, biocultural, estética y éticamente los territorios y maritorios del extremo sur de Chile y otras regiones de la biosfera.

En el ámbito aplicado, ha liderado o coliderado numerosos proyectos clave que, entre otros, incluyen:

la creación de la Fundación Omora y del Parque Etnobotánico Omora en Puerto Williams, capital de la Provincia Antártica de Chile, el año 2000;
la propuesta técnico-científica para la creación de la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos (5 millones de hectáreas marino-terrestres protegidas), reconocida por UNESCO el año 2005;
el establecimiento de la Red Chilena de Estudios Socio-Ecológicos a Largo Plazo el año 2008;
la construcción de la Estación de Campo de Filosofía Ambiental de Campo en Puerto Williams el año 2010;
la propuesta de creación del Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake de 15 millones de hectáreas, que se concretó con el decreto de creación publicado en el Diario Oficial el año 2019;
el diseño y construcción del Centro Subantártico Cabo de Hornos en Puerto Williams dedicado a la educación técnica y superior, la investigación y la conservación biocultural entre los años 2014 y 2021;
la propuesta del nuevo Centro Científico y Tecnológico de Excelencia de la Agencia Nacional de Desarrollo e Investigación (ANID) Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC, por su nombre en inglés Cape Horn International Center for Global Change Studies and Biocultural Conservation), albergado por la Universidad de Magallanes (UMAG) con siete universidades asociadas y sede en el Centro Subantártico Cabo de Hornos en Puerto Williams, que fue adjudicado en noviembre 2021.

Trabajando con varias organizaciones para incorporar las ciencias ecológicas y la ética ambiental en prácticas de educación y conservación biocultural, diseñó la metodología de la filosofía ambiental de campo (FILAC). Con esta metodología ha generado actividades de educación no-formal y turismo sostenible como el ecoturismo con lupa, a partir del descubrimiento científico de un nuevo hotspot o centro mundial de biodiversidad, fundamentado por la inusualmente alta diversidad de musgos y líquenes en la zona del Cabo de Hornos. Esta innovadora actividad turística invita a la sociedad a apreciar los diversos valores ecológicos, económicos, estéticos, bioculturales y éticos de pequeños organismos en ecosistemas terrestres, de agua dulce y marinos. Hoy en día, el ecoturismo con lupa se aplica en diversas localidades de América, Asia y Europa.

Como parte de su trabajo aplicado a la educación formal y no-formal, Rozzi ha colaborado con el Ministerio de Educación de Chile en los programas de mejoramiento de la calidad y equidad de la educación (MECE – Media, en particular con su propuesta de enseñanza de la ecología en el entorno cotidiano); con el programa EXPLORA de CONICYT, y la gestación y desarrollo del programa EXPLORINES de CONICYT, aportando para este último el concepto de pequeños exploradores de los bosques en miniatura dedicado a la enseñanza de las ciencias integrada con artes y ética ambiental a nivel preescolar. A nivel internacional ha colaborado con la creación e implementación del programa de Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela en Latinoamérica, la Red Latinoamericana de Jardines Etnobotánicos Hermanos y el capítulo latinoamericano de la Sociedad Internacional de Ética Ambiental.

En el ámbito teórico su investigación ha integrado las ciencias ecológicas y la filosofía en los modos de comprender, valorar y proteger la diversidad biológica y cultural. Ha acuñado tres conceptos interrelacionados: conservación biocultural, homogeneización biocultural y ética biocultural. Estos conceptos identifican los vínculos vitales entre los Hábitos de vida, los Hábitats donde se despliegan y las comunidades de co-Habitantes (humanos y otros-que-humanos), que sostienen el bienestar humano y del conjunto de los seres vivos. Este marco conceptual de las “3H” ha fundamentado los conceptos planteados por Rozzi para la conservación de la diversidad biológica y cultural, y sus interrelaciones. Estos conceptos de ética y conservación biocultural forjaron una propuesta innovadora para la conservación que quedó plasmada en su libro de texto coeditado Fundamentos de Conservación Biológica: Perspectivas Latinoamericanas (FCE, México, 2001, 2006). Este libro ha contribuido a la formación de varias generaciones de jóvenes biólogos de la conservación en Latinoamérica. Tanto es así que el trabajo de Rozzi ha sido identificado como una de las ramas más jóvenes dentro del árbol genealógico asociado al trabajo seminal de Aldo Leopold en ética ambiental, que combina las ciencias ecológicas y la filosofía ambiental en la bioética y la conservación biológica (Carl Leopold 2004).